Estrés en perros
Los animales de compañía son sensibles al humor y estado de ánimo de las personas. Y hay un vínculo de empatía recíproco. Por lo que el estrés en perros nos causa agitación. Del mismo modo en que la ansiedad de las personas se transmite al perro. En nuestra clínica veterinaria Granada encontrarás ayuda para mejorar el comportamiento del perro. Y consejos personalizados para reducir su carga de ansiedad.
Además del estado de ánimo de la familia, las experiencias del animal tienen influencia en sus niveles de estrés. Por último, la mala gestión de la ansiedad provoca un empeoramiento del estado del perro.
Síntomas del estrés en perros
- Hiperactividad. Ya que el estrés hace que los perros no puedan tranquilizarse. Si están solos en casa tienden a mordisquear los muebles o los objetos que están a su alcance.
- Esterotipias. Así es como se denomina a las conductas compulsivas sin motivo. Algunos perros se muerden la cola, otros dan vueltas en círculos. Y otros ladran sin parar, con las molestias para vecinos y la familia. Que pueden provocar un daño al animal.
- Reacciones exageradas. Si un perro se siente estresado su interacción con otras personas y animales se vuelven más intensas. Ladra más, se comporta de forma agresiva o se pone muy feliz al ver aparecer a su miembro favorito de la familia.
- Reacciones fisiológicas. Como son lamer, salivar o jadear de forma excesiva. También se produce pérdida de pelo cuando el estrés en perros es prolongado y crónico. Si observas estos síntomas acude a tu veterinario Granada de confianza.
- Rigidez y tensión. Que forman parte del instinto de pelear o huir. Lo que provoca que el perro se ponga en tensión ante estímulos que le causan ansiedad. También puede correr sin un destino claro. Huyendo de un peligro invisible.
- Cambios de humor. Al igual que las personas, estar tanto tiempo estresado causa que el perro se vuelva más arisco, entre en depresión, se vuelva retraído. O desarrolle fobias y miedos.
Cómo desestresar a un perro
Para desestresar a un perro hay que entender que necesita su espacio y estar tranquilo. También hay que ser comprensivo cuando su conducta no es adecuada. Es decir, no hay que prestar atención constantemente ni regañarlo a cada cosa que hace mal.
Así un buen consejo es evitar situaciones conflictivas, como acercarse cuando está comiendo. Además de dar cariño cuando el animal lo necesite. Conocer el lenguaje corporal del perro ayuda en este aspecto. Pues se puede reconocer cuando un perro no quiere contacto o necesita apoyo.
Por otro lado, hacer ejercicio y jugar son actividades que sirven para descargar ansiedad. Hay que darle más libertad al perro y acudir a los lugares donde el perro se siente tranquilo.
Manejar nuestras emociones y lenguaje corporal para no alterar al animal. En este estudio publicado en Nature relaciona el trato que se le da al perro con sus niveles de estrés.
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