Gato agresivo

Los gatos son cazadores innatos y animales territoriales. Cuando no se marcan los límites sobre lo que puede hacer, se vuelve un gato agresivo. Y puede suponer un peligro para sí mismo o para otras mascotas. Si su gato tiene un comportamiento agresivo acuda a su veterinario Granada de confianza para que le recomiende el mejor curso de acción.

La agresividad en gatos tiene diversos orígenes. Desde el miedo a ruidos fuertes que termina pagando con las personas, animales u objetos de las cercanías. Hasta juegos mal encaminados cuando era un gatito.

Esta agresividad desencadena ataques y agresiones contra los miembros de la familia, las visitas o el resto de mascotas. Para evitarlo siga las recomendaciones de su veterinario Granada y los siguientes consejos.

Consejos para evitar un gato agresivo

  1. No usar la violencia: castigar a un gato agresivo con violencia solo sirve para afirmar esa agresividad. Ya que la mayoría de agresiones se deben al miedo y los golpes aumentan ese miedo.
  2. Tranquilidad: los gatos prefieren lugares tranquilos para comer, beber y hacer sus necesidades. Por lo que colocar la comida, el agua y la caja de arena en el lugar menos concurrido del hogar ayuda a que los niveles de estrés del gato no suban.
  3. Actividad: otra de las causas de las agresiones es la ansiedad. Si el gato no realiza actividad física, ni juega. Y no tiene un sitio para descargar la ansiedad, es probable que la tome con lo que no debe.
  4. Rascadores: los rascadores con varios niveles invitan al gato a trepar y jugar. Lo que sirve para disminuir su energía.
  5. Juegos: que no sean violentos. Perseguir un juguete estimulante e interactuar con los miembros de la familia hacen que su gato sea más sociable. Además se cansará y tendrá menos ganas de atacar a nadie.
  6. Respetar el descanso: de su gato para que no se despierte desorientado y amenazado. Lo que puede llevar a una agresión.
  7. Ignorar: si el gato agresivo busca atención con su comportamiento, lo mejor que se puede hacer es ignorarlo. De esta forma perderá el interés en ese tipo de comportamiento. Es posible castigar al gato en una habitación cuando el ataque ha sido grave.
  8. No obligar al gato: a realizar actividades que no quiere. Normalmente un gato se escabulle cuando no quiere hacer algo. Si el gato es agresivo, puede atacar en lugar de esconderse.
  9. Calma: tener paciencia y actuar con calma ayudan a reducir el estrés de un gato agresivo.

Agresividad redirigida en gatos

Esto sucede cuando el gato siente miedo, como al escuchar petardos en la calle, y no puede localizar el foco de su miedo. En estos casos, el gato busca un objeto, una persona o un animal para desatar su agresividad. Este comportamiento se llama agresividad redirigida en gatos.

Si esta situación se repite en el tiempo, un gato dócil puede volverse agresivo. En especial con el blanco de su ira. Por lo tanto, hay que evitar este tipo de situaciones. Si su gato se asusta durante las fiestas del pueblo o le tiene miedo al perro de un vecino. Deberá controlar la situación y disminuir la fuente de ese miedo.

Para ello es aconsejable disponer de un sitio tranquilo donde el gato pueda resguardarse. Y evitar, en la medida de lo posible, exponer al gato a la fuente de su miedo.

Si tiene alguna duda más sobre la agresividad en los gatos puede acudir a Clínica Veterinaria Alcazaba, nuestro equipo veterinario Granada le dará los consejos necesarios para evitar los problemas de comportamiento de su felino. Pida cita veterinaria sin compromiso.

 

 

 

 

 

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