Hoy en clínica veterinaria Alcazaba os hablamos sobre la ortodoncia canina, los brackets en los perros.

Aunque no es una práctica común es esencial para solucionar problemas de posición en los dientes en nuestros amigos. Heridas en la boca e infecciones graves pueden ser el resultado de una dentadura torcida.

Los brackets se recomiendan en caso de maloclusión, es decir, cuando la mandíbula no encaja de forma correcta. También se hará necesario cuando los colmillos superiores se desarrollen hacia fuera o los inferiores crezcan hacia dentro.

Un veterinario será el que dictamine qué procedimiento es el más adecuado. De hecho, la ortodoncia no está recomendada en algunos canes, sea por salud o por problemas de comportamiento.

Los brackets en los perros han adquirido fama últimamente gracias a Wesley, un cachorro de golden retriever. El animal tenía problemas de maloclusión y comenzó a perder peso, según explica su dueña, veterinaria de profesión. Por ello su pareja, también veterinario, le colocó unos, haciéndose viral de inmediato en las redes sociales al publicar su imagen.
A pesar de ello son poco habituales, recurriéndose a ellos únicamente con el fin de mejorar la calidad de vida del perro, nunca por estética. La duración del tratamiento será entre 6 meses y un año. Durante este tiempo el dueño debe limpiar diariamente la dentadura de su mascota y evitar darle alimentos duros o juguetes rígidos.